En 2005, Jack Thompson, abogado, activista enemigo de los videojuegos (a los que él denomina "simuladores de crímenes"), GTA, el rap, y en general de las cosas realmente divertidas, envió a la prensa y a la Entertainment Software Association una carta titulada A modest videogame proposal, donde proponía donar 10.000 dólares a una obra de caridad si alguien creaba un juego con un argumento propuesto por él: el señor Osaki Kim inicia una masacre contra creadores y consumidores de videojuegos para vengar la muerte de su hijo a manos de otro chico que le golpeó con un bate, tal y como había aprendido en uno de sus "simuladores de crímenes". Sí, la parte de mearse en los cerebros de los creadores también estaba incluida. Thompson pensó que demostraría que los desarrolladores de juegos no crearían algo así, a sabiendas de que estarían entrenando a los niños para matarlos a ellos mismos.
Pues bien, el señor Derek Yu, aunque no sea en si una gran empresa, creó este juego, punto por punto: I´m O.K. Y a que no adivináis qué: nunca vio sus prometidos 10.000 $.
Como anécdota final, fueron los responsables de Penny Arcade los que sí enviaron un cheque por 10.000 $, a nombre de Thompson, claro. Y hubo lulz y todos se regocijaron.
Pues eso: píxeles, tiros, sangre, vómitos y cerebros con la estructura de un típico beat´em up. Y te puedes mear en los cerebros de los enemigos muertos. Qué grande.Qué haces que no te lo estás descargando ya.
¿Como que nunca vió "sus prometidos" $10.000? ¿No se supone que iban a ir a una obra de caridad?
ResponderEliminarOoops, ahí me has pillado. Debería concretar eso, gracias.
ResponderEliminarDe todos modos, no pasarían 10000 dólares por las manos del Yu Derek ni para obras de caridad.