Desde 1977 los ninjas de Modesto (California) desfilan por las calles. Evidentemente, estos maestros asesinos son tan hábiles y sigilosos que los espectadores siguen sin poder verlos, aunque algunos niños declaran creer haber visto alguno, e incluso haber recibido caramelos de ellos. Tan sólo una vez un cámara fue capaz de captar a uno de ellos. El torpe soldado, indigno de recibir el nombre de "ninja", se ejecutará a si mismo inundado por la vergüenza, según el noble ritual del harakiri seppuku.
Via Patatas Traigo
Brutal, me ha encantado.
ResponderEliminar¿no será más bien un gato ninja?
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