Si nada más nacer comenzaras a escuchar ininterrumpidamente todos los discos de
la colección de Paul Mawhinney, cuando acabases tendrías 57 años. Son nada menos que 3 millones de discos, algunos piezas únicas en el mundo, toda una memoria sonora del siglo XX. Con el agravamiento de su diabetes, Mawhinney se ve obligado a vender su colección, valorada en 50 millones de dólares, y por la que en cambio sólo pide 3 millones. Tras hartarse de falsos pujadores en eBay, ha decidido venderla por otros medios, pero hasta el momento nadie ha querido hacerse cargo de ella, ningún museo, artista o aficionado a la música.
Podéis ver una versión más grande de este breve documental
aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario