lunes, 19 de enero de 2009

Obra de Banksy arrancada y vendida

Era tan sólo otro día más cuando las pintó. Había comprado unas cartulinas y cortado los dibujos. Luego pintó aquella plantilla de una chica en la pared de un bar y algunos conejos dentro. Yo estaba allí haciendo fotos simplemente por hacer algo. Ya había capturado su cara antes en el estudio de Buju, así que esto sólo era un extra. No pensé en ello. O sea: vivo en un lugar donde a la gente le pegan un tiro por firmar con una brocha en las paredes de la gente, así que unas cuantas plantillas dentro de un bar no me parecieron nada especial.

Cuando más tarde me enteré de a cuánto se vendían sus obras me planteé volver allí y arrancar el muro. Estuvo allí durante años y estoy seguro de que no soy el único que ha pensado en hacerlo. La carretera de Mona es muy transitada por estudiantes extranjeros camino a la universidad, así que gente de todo el mundo habría hablado de ello pero nadie había dado los pasos necesarios para cortarlo... Hasta este agosto, cuando alguien me llamó preguntando por mis conocimientos sobre las localizaciones de las firmas de Banksy. Ahí fue cuando pensé que acabaría yendo antes de que otro lo hiciera.

Pasé todo un día convenciendo a un montón de tíos borrachos para cortarlo y cargarlo a un remolque. No podía creer que no acabara hecho pedazos, lo que habría sido un malgasto de energías y paciencia. Todos los tios que salen en el video, incluído yo, no teníamos en realidad ni idea de cómo cortarlo y quedamos destrozados por todo el tiempo que empleamos atándolo a una excavadora que tomamos prestada de unas obras de al lado. Irónicamente, aquella maldita cosa casi me cae encima, lo que habría resultado un titular mucho más divertido: "El jamaicano que desenmascaró a Banksy aplastado por una de sus obras".

Así que ahora tengo este muro en Kingston, guardado en el garaje de un tio muy cabreado porque ya no puede aparcar bien su coche. Iba a exponerlo en el Miami Art Basel de este año, pero luego me di cuenta de que costaría diez mil llevarlo en barco hasta allá, y luego no sabría cómo convencer a los clientes de su precio. Así que no lo voy a vender. En lugar de eso vendo las fotografías de la excavación por eBay y regalo el muro a cualquiera que compre el set. Ya que no tiene un valor declarado, te lo puedes llevar por el precio de $ 0.01, remolcarlo hasta tu mansión y montar una fiesta con montones de modelos encocadas e invitar a la BBC.

Peter Dean Rickards


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